24 de mayo de 2014

Hacia el conocimiento de uno mismo

Cuando nos preguntan sobre nuestros gustos, forma de ser y preferencias en general, solemos contestar como si en verdad nos conociéramos al cien por cien. La mayor parte de este conocimiento es inducido o inculcado desde el exterior, o sea, lo que vamos escuchando y viendo... Y ahora viene la pregunta; ¿Vemos y oímos lo adecuado para llegar conocernos?
Yo creo que en muchas ocasiones, hay que cerrar los ojos y "taparse" los oídos para poder ver y escuchar...

Conocerse a si mismo va más hacia el sentir. A tener el valor ( y las ganas) de mirar hacia lo más profundo... hacia tus emociones, las cuales te pueden hacer sentir "bien" o "mal"... da igual, porque al observarlas pierden su poder sobre ti.
Llegados a este punto, al observar lo que en muchas ocasiones "no queremos ver" y si no nos asustamos, nos comprenderemos y llegaremos a conocernos, no solo a uno mismo, también como dicen algunos grandes; a los demás y a la realidad que nos rodea.

Simbólicamente, en el juego del ajedrez cada pieza de este, e incluso su tablero, tiene su representación. Pero para no extenderme; entre reyes, reinas, torres, caballos y alfiles, se encuentran los peones (nosotros) que como ya sabemos, son los que solo se pueden mover por el tablero de una en una casilla, solo hacia delante y su tarea más importante es la posibilidad de llegar a alcanzar el otro lado del tablero para cambiarse por otra pieza de mayor valor...
Todo un reto! Es una forma de manifestación del camino hacia el conocimiento, es el viaje hacia la identidad del verdadero conocimiento de Si mismo. Como ocurre en el juego, emprender un viaje para así recuperar y reconocer nuestra verdadera identidad, derrotando al hombre viejo, para dar espacio al nacimiento del hombre nuevo.

El reto está servido... cuantos más valientes lo emprendamos, más nos comprenderemos y mejor nos llevaremos.



2 comentarios:

  1. Como siempre Manuel tan bien expresado y utilizando analogías que embellecen aún más el mensaje que trasmites. Yo también comparto contigo que hay que cerrar los ojos y taparse los oídos para poder ver y escuchar lo que hay dentro de nosostros, el ruído de fuera contamina demasiado nuestro sentir, nuestro pensar y nuestras emociones.

    Un abrazo, me ha encantado!

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  2. Gracias Sofya!
    Me gusta utilizar analogías para que nuestro cerebro lo asimile mejor a través del hemisferio izquierdo... aunque soy de los que opinan que el que tenemos que desarrollar es el derecho, el intuitivo y creativo :)
    Otro abrazo para ti!

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