10 de julio de 2014

Aprendiendo...

A pocos de nosotros nos agrada pasar por penalidades, sufrir, e incluso luchar para conseguir algún que otro pequeño o no tan pequeño objetivo. Preferimos alcanzar ese objetivo sin pasarlo "mal", acomodados en la pereza y en el conformismo... y más en estos tiempos, en los que no tenemos que acudir con un recipiente al Río más próximo para conseguir agua, ni tenemos que arar la tierra para conseguir alimentos.

En un verde valle podemos encontrar un bonito paisaje, pero si solo nos dedicamos a transitar por este cómodo paraje y no nos atrevemos (por pereza o por miedo) a escalar de vez en cuando un cerro o una montaña, nunca sabremos si ese bonito paraje puede ser superado allí en la cima.



Como dijo Carl Jung: "No se llega a la conciencia sin dolor. La gente hará cualquier cosa, no importa cuán absurda sea para evitar confrontar su propia alma. Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciéndose consciente de la oscuridad".
A esto se refería el psicoanalista en "El viaje del héroe"; Una apasionante aventura para pasar de ser víctimas de nuestras circunstancias personales y convertirnos en héroes y heroínas de nuestra vida.

A todos nos duele sufrir (no sé si a los masoquistas también) y tampoco nos gusta sentirnos derrotados. Preferimos celebrar victorias, entendiendo a las victorias como retos personales, sin "pisar" a nadie.

Además, creo que hay que cambiar los conceptos de "pasarlo mal" y "pasarlo bien"... Mejor, nos pase lo que nos pase, tomarlo como un aprendizaje y desechar esa balanza del bien y del mal.

3 comentarios:

  1. ¡Genial, me encanta!...Yo creo que el dolor es imprescindible para crecer, hay que saber transitarlo o aprender a hacerlo para que no se convierta en sufrimiento, pero para mí es mejor maestra la pena que la alegría, o el dolor a la felicidad, ya que la felicidad y la alegría son para disfrutarlas cuando llegan y es como que no te da tiempo a hacer más porque suelen ser breves, mientras que el dolor y la pena son fundamentales para nuestro aprendizaje vital primero porque que cuestan más de asumir y en segundo lugar porque no suelen ser tan efímeros como las anteriores.

    Un abrazo Manuel!

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  2. Al alma hay que curtirla mediante pensamientos y experiencias "profundas", pensamientos y experiencias con contenido, frutos de nuestra interacción con ellos, con la violencia con la que la percibimos.

    Si vas a una montaña y ves una vista bonita, cuando bajes se te olvidará en 5 minutos, en cambio si hacemos el esfuerzo en subir la montaña, de luchar contra dicha violencia, le estaremos dando un contenido a esa experiencia.

    De la misma manera, hemos de interactuar con la vida. No debemos quedarnos parados (simplemente dejar que la vida nos lleve) porque cuando debamos afrontar un reto, no sabremos sufrir.

    Coincido con Sofya. ¡Gran entrada!

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  3. Muy buenas vuestras aportaciones amigos... Gracias
    y abrazos!!

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