25 de agosto de 2012

Cuento - 'La moneda qué falta'

Un  Rey observó a un sirviente cantando alegremente mientras trabajaba. ¿Por qué siendo el supremo soberano era tan desdichado y sombrío mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?

Y sin más le preguntó: ¿Por qué estás tan contento?

El hombre respondió: "Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado - sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos".

El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del humilde hombre, el consejero dijo: "Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99".

¿El Club 99? ¿Y qué es exactamente eso?" Preguntó el Rey: El consejero respondió: "Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente."

A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría... ¡Cuantas monedas de oro! Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, "¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? ¡Seguramente, nadie dejaría 99 monedas!"

Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar la moneda de oro que le faltaba y completar las 100.

A partir de ese día, la vida del siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.
                                    ..................................................................

Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última "moneda”, repitiéndose:
"_sólo tengo que obtener esa última cosa y entonces voy a ser féliz para toda la vida_."

18 de agosto de 2012

El temor

Las personas tienen miedo a la pérdida, temen perder su posición, su prestigio, el apoyo, tienen miedo a envejecer, a tener que depender de alguien, temen a lo que les avergüenza del pasado y les produce culpa, a la muerte, a vivir, a lo que dicen los demás, a lo que piensan los otros de ellas y cómo los miran.


Muchos sienten una sensación de inferioridad, de presagio, de angustia; y la angustia que produce la idea de la muerte hace buscar seguridad en la relación humana o en alguna creencia o ideología.

También existe el temor de no alcanzar todos los objetivos que se proponen en la vida, de estar solo, de no ser amado, de la oscuridad, de los ascensores, etc.

Todos pretenden estar completamente a salvo y protegidos; y este constante afán de seguridad los vuelve muy ansiosos en sus vidas.

El temor es uno de los mayores problemas que tiene el ser humano, tanto consciente como inconsciente.

El temor hace que una persona viva a la defensiva y se vuelva agresiva contra lo que le parece que la puede lastimar o contra aquello a lo que se aferra para buscar protección.

Existe el temor a desprenderse de lo conocido, de las personas, de las cosas que se conocen y de las experiencias vividas y también, el temor al futuro, a lo que puede suceder, fruto de todas las expectativas que se tienen a causa del pasado.

El miedo al futuro es el miedo a la incertidumbre .

El origen del temor es el pensamiento que siempre busca certezas, el pensamiento divide el futuro del pasado, lo que es de lo que podría ser.

El pensamiento es el responsable del temor con respecto al pasado y al futuro.

Tanto el placer como el temor tienen su origen en el pensamiento; porque el pensamiento sustenta al temor y da continuidad al placer experimentado en el pasado.

Aunque se haga el mayor esfuerzo en pensar en lo que está sucediendo ahora, el pensamiento evoca también, lo que podría suceder.

Todos desean liberarse del temor y disfrutar del placer; pero para liberarse del temor hay que llegar a comprender cuál es su verdadera raíz.

El placer y el temor están relacionados, porque cuando no sentimos placer sentimos temor.

El temor surge donde opera el pensamiento, porque el pensamiento es la respuesta de la memoria y se basa en los recuerdos del pasado.

El pensamiento es necesario para sobrevivir y para planificar el futuro, pero para poder sobrevivir, el pensamiento dividió el mundo, en razas, naciones, religiones, y esa división es destructiva.

Por esta razón es necesario comprender la naturaleza del pensamiento, o sea distinguir dónde el pensamiento es necesario y dónde es destructivo.

El pensamiento origina el temor porque no puede hallar seguridad en el futuro, porque el pensamiento opera en el tiempo y el mañana no tiene tiempo, el mañana existe como tiempo sólo en el pensamiento.

Para que el pensamiento no genere temor tiene que permanecer quieto, o sea funcionar solamente donde es necesario para que los seres humanos puedan sobrevivir, pero sin producir divisiones de ningún tipo.

Si el pensamiento se aquieta, no divide y el tiempo, como mañana, no existe; porque cuando la mente está en silencio no existe el futuro, ni el temor ni el tiempo.

El temor al futuro lo hemos creado nosotros con el pensamiento destructivo.

Fuente: “La conciencia fragmentada”; J. Krishnamurti.

10 de agosto de 2012

Los peligros reales de las tormentas solares

El divulgador científico Jose Manuel Nieves, nos explica las consecuencias qué pueden acarrear, la posibilidad de qué una 'eyección de masa coronal' golpee nuestra atmósfera.

Titular de la fuente:
"En un mundo tecnológicamente dependiente, un fuerte «bombazo» proveniente del Sol podría provocar una catástrofe mundial"

Enlace al vídeo:
http://www.abc.es/20120810/ciencia/abci-peligros-reales-tormentas-solares-201208101121.html

5 de agosto de 2012

Maneras de ser

Hay ocasiones en las qué coincido y hablo con personas, a las qué parece qué su conversación se centra sobre ellas mismas, o si lo hacen sobre un tercero, lo hacen para emitir alguna crítica, valoración, juicio...
Sin embargo, dialogo con otras qué más qué hablar, escuchan, ofreciéndome algún qué otro gesto en forma de sonrisa.


No voy a valorar ni una ni otra forma de ser, cada uno somos como somos, es más, cada cúal dependiendo del momento, podemos adoptar una u otra personalidad.

Lo qué si voy a hacer es plasmar mi experiencia:
Con los primeros, no lo voy a negar, entraba en el mismo "juego". Si uno me decía qué había corrido a un ritmo constante, sin descansar, durante cuatro kilómetros... yo lo había hecho durante cinco km. ¡Y haber quién da más!.
Con el tiempo, después de tantas "batallas" caí en la cuenta de qué; no es qué me molestara, si no, qué yo era así... es decir, qué inconscientemente me sentía reflejado en esa personalidad, pero conscientemente me incomodaba, salía de la conversación como bajo de energía... ¡Una paradoja más!.

Con los segundos, lo admito, antes los veía como personas sin gracia, introvertidas y con baja personalidad...
Ahora sé qué me respetaban y no querían o no les apetecía, entrar en el juego del ego.

Para finalizar y coincidiendo con la época estival o de vacaciones para muchos, fijaros en estos a su vuelta:
Unos nos contarán con todo lujo de detalles sus tan merecidas vacaciones, describiendo cada lugar por los qué han pasado.
Otros nos dirán (si es qué lo cuentan) simplemente qué han disfrutado y aprovechado, durante su periodo vacacional.

4 de agosto de 2012

Música alternativa

Esta tarde, paseando por el parque del Retiro me he cruzado con varios artistas, entre ellos, con este grupo qué me ha llamado la atención, sobre todo el peculiar o singular instrumento qué toca el del medio.
(la calidad del vídeo es regular, tirando a mala... lo grabé con el móvil)

29 de julio de 2012

Diálogo del desesperado



"¿A quién hablaré hoy? Nadie se acuerda del pasado. Hoy nadie devuelve el bien a quien ha sido bueno con él.

¿A quién hablaré hoy? Ya no existen justos, han dado la tierra a gentes inicuas… ¿A quién hablaré hoy? Me hunde el peso de la desgracia; no tengo ni un amigo en quien confiar…

Hoy la muerte está ante mi, como cuando un enfermo se siente mejor, como cuando uno se va por el camino después de una enfermedad. Hoy la muerte está ante mi, como el olor del incienso, como cuando uno se encuentra en el timón de un barco cara al viento…

Hoy la muerte está ante mi, como un claro en el cielo. Como cuando un hombre anhela una cosa propia tras muchos años de cautividad".

                                                   Texto egipcio, escrito por autor desconocido, alrededor del 1250 a.n.e.


Su protagonista, a pesar de que se desconoce su autor real, es un personaje arruinado que no ve otra salida más que el deceso.

A pesar de su marcado sentido sombrío, este texto es un fiel reflejo de esos determinados momentos "difíciles", a los que cada persona se puede enfrentar independientemente del momento y lugar en que se encuentre. Y es que, precisamente, la enseñanza filosófica que podemos obtener, es aquella que nos indicaría que; a pesar de lo vivido, únicamente hay que recordar lo pasado siempre que ha sido positivo, pero en la medida de lo posible de que nos sirva como enseñanza, para poder comprender nuestro presente y vislumbrar un futuro mejor.

23 de julio de 2012

Sobre la sombra

En la cultura popular, la sombra se muestra como un personaje o una entidad oscura, amenazante, cuya presencia por momentos nos desagrada y nos invita a la negación. En la literatura, el eco arquetípico de la sombra ha sido representado por; Dr Jekyll y Mr Hide, El Retrato de Dorian Gray, el Lobo Estepario, William Wilson (de E.A. Poe) o Batmán, en donde el "doble sombrío" del protagonista es la heroica antítesis del héroe, es decir, sus actos son apreciados al vibrar en sintonía con la justicia y el bien común, pero a la vez es un ser de oscuridad, oculto, prohibido.

Para existir, la sombra necesita forzosamente de la presencia simultánea de la luz y la oscuridad... si hay solo luz, sin ningún cuerpo o elemento que la obstaculice, entonces la sombra jamás emergerá, y si solo está presente la oscuridad, entonces tampoco dispondrá de los elementos necesarios para tomar vida. En este sentido la sombra nos remite a la visión oriental del equilibrio, el cúal emana a partir de la armónica convivencia entre fuerzas opuestas.

A diferencia del análisis que la psicología tradicional hace de esta figura, en donde la sombra se asocia esencialmente con un aspecto "negativo" de la personalidad ligado a miedos, complejos, traumas, etc..., Carl Gustav Jung la concebía como una manifestación dúal.

Jung afirmaba que a partir del momento en que nos encontremos de frente con nuestra sombra, entonces seremos inmunes a cualquier sentimiento de culpa, miedo o vergüenza... atravesar ese velo es la misión fundamental de todo personaje protagonista. Según Jung: "todos somos héroes de nuestra propia narrativa".

Al encontrarnos con nuestra particular sombra; de nosotros depende que ella sea un aliado evolutivo o una asfixiante compañera.