8 de septiembre de 2012

Aligerar la carga

Emprendemos el día a día con ciertas responsabilidades y problemas por resolver. En mayor o menor medida, todos cargamos con el peso de digamos, esta carga mental.



Un símil de lo anterior sería, como cargar con una mochila en la qué en su interior metemos nuestras responsabilidades y problemas diários, los cuales tenemos qué ir soltando en algún lugar de nuestro caminar por la vida... vamos, como si cargáramos con piedras y estas las tuviéramos qué encajar en el lugar indicado, para así liberarnos de ellas y por lo tanto regresar a casa con la mochila lo más ligera posible.

Habrá personas qué se nieguen o qué pasen de cargar con la mochila... Sí, esto es lo más fácil, pero creo qué no lo más conveniente, porque quizá al día siguiente nos encontremos con más peso y así día tras día manteniendo esta actitud pasota, puede qué llegue el día qué la mochila pese tanto, qué necesitemos ayuda para cargarla y transportarla.

3 de septiembre de 2012

Ubicación de la autoconciencia en el cerebro

Un estudio realizado con soñadores lúcidos aclara la base neurológica de los estados conscientes

La capacidad humana de la consciencia y la autopercepción está entre los más fascinantes misterios no resueltos de la neurociencia. A pesar de las técnicas modernas de obtención de imágenes, sigue siendo imposible visualizar por completo lo que sucede en el cerebro cuando la gente pasa del estado inconsciente al consciente. El problema radica en el hecho de que es difícil observar el cerebro durante esta transición.

Resulta complicado determinar qué áreas del cerebro nos ayudan a percibir nuestro mundo de manera autorreflexiva. Mientras estamos despiertos, siempre somos conscientes de nosotros mismos. Cuando soñamos, sin embargo, no lo somos.

Algunas personas, mientras duermen, pueden a veces darse cuenta de que están soñando, sin que para ello necesiten despertar. A los sueños o pesadillas experimentados de esa manera se les llama sueños lúcidos.

Un equipo de investigadores de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania, en colaboración con especialistas del hospital universitario Charité, de Berlín, analizó a personas capaces de saber que están soñando mientras sueñan, así como de controlar de manera deliberada sus sueños.

Estos soñadores lúcidos tienen acceso a sus recuerdos durante los sueños, pueden realizar acciones dentro de sus sueños a voluntad, y son conscientes de sí mismos mientras sueñan, siempre en el mismo estado durmiente y sin llegar a despertarse.

Zonas del cerebro qué permanecen más activas durante un sueño lúcido
 

Primeras conclusiones del estudio
Tal y como explica Martin Dresler, uno de los autores de la investigación en un comunicado del Instituto Max Planck: "En un sueño normal, tenemos una conciencia muy básica, experimentamos percepciones y emociones, pero no somos conscientes de que estamos soñando. Solo en los sueños lúcidos los soñadores alcanzan una metaconciencia de su propio estado".

Comparando la actividad cerebral durante uno de estos periodos de sueño lúcido con la actividad cerebral inmediatamente anterior a un sueño normal, los científicos consiguieron identificar la actividad cerebral característica de la conciencia lúcida.

"La actividad general básica del cerebro durante un sueño lúcido es similar a la actividad neuronal durante un sueño normal", explica Michael Czish, director del grupo de investigación del Instituto Max Planck de psiquiatría. “Sin embargo, durante el estado lúcido, la actividad en ciertas áreas de la corteza del cerebro se incrementa notablemente en segundos. Las regiones del cortex cerebral implicadas en este caso son la corteza prefrontal dorsolateral, a la que se le atribuye generalmente la función de autoevaluación, y las regiones frontopolares, que son responsables de evaluar nuestros propios pensamientos y sentimientos. El precuneus también está especialmente activo durante este proceso. Esta área del cerebro ha sido vinculada con la autopercepción”, añade Czish.

Estos hallazgos confirman los realizados en estudios previos, y han hecho visibles por vez primera las redes neuronales de un estado mental consciente.

Fuente: Tendencias21

25 de agosto de 2012

Cuento - 'La moneda qué falta'

Un  Rey observó a un sirviente cantando alegremente mientras trabajaba. ¿Por qué siendo el supremo soberano era tan desdichado y sombrío mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?

Y sin más le preguntó: ¿Por qué estás tan contento?

El hombre respondió: "Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado - sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos".

El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del humilde hombre, el consejero dijo: "Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99".

¿El Club 99? ¿Y qué es exactamente eso?" Preguntó el Rey: El consejero respondió: "Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente."

A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría... ¡Cuantas monedas de oro! Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, "¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? ¡Seguramente, nadie dejaría 99 monedas!"

Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar la moneda de oro que le faltaba y completar las 100.

A partir de ese día, la vida del siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.
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Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última "moneda”, repitiéndose:
"_sólo tengo que obtener esa última cosa y entonces voy a ser féliz para toda la vida_."

18 de agosto de 2012

El temor

Las personas tienen miedo a la pérdida, temen perder su posición, su prestigio, el apoyo, tienen miedo a envejecer, a tener que depender de alguien, temen a lo que les avergüenza del pasado y les produce culpa, a la muerte, a vivir, a lo que dicen los demás, a lo que piensan los otros de ellas y cómo los miran.


Muchos sienten una sensación de inferioridad, de presagio, de angustia; y la angustia que produce la idea de la muerte hace buscar seguridad en la relación humana o en alguna creencia o ideología.

También existe el temor de no alcanzar todos los objetivos que se proponen en la vida, de estar solo, de no ser amado, de la oscuridad, de los ascensores, etc.

Todos pretenden estar completamente a salvo y protegidos; y este constante afán de seguridad los vuelve muy ansiosos en sus vidas.

El temor es uno de los mayores problemas que tiene el ser humano, tanto consciente como inconsciente.

El temor hace que una persona viva a la defensiva y se vuelva agresiva contra lo que le parece que la puede lastimar o contra aquello a lo que se aferra para buscar protección.

Existe el temor a desprenderse de lo conocido, de las personas, de las cosas que se conocen y de las experiencias vividas y también, el temor al futuro, a lo que puede suceder, fruto de todas las expectativas que se tienen a causa del pasado.

El miedo al futuro es el miedo a la incertidumbre .

El origen del temor es el pensamiento que siempre busca certezas, el pensamiento divide el futuro del pasado, lo que es de lo que podría ser.

El pensamiento es el responsable del temor con respecto al pasado y al futuro.

Tanto el placer como el temor tienen su origen en el pensamiento; porque el pensamiento sustenta al temor y da continuidad al placer experimentado en el pasado.

Aunque se haga el mayor esfuerzo en pensar en lo que está sucediendo ahora, el pensamiento evoca también, lo que podría suceder.

Todos desean liberarse del temor y disfrutar del placer; pero para liberarse del temor hay que llegar a comprender cuál es su verdadera raíz.

El placer y el temor están relacionados, porque cuando no sentimos placer sentimos temor.

El temor surge donde opera el pensamiento, porque el pensamiento es la respuesta de la memoria y se basa en los recuerdos del pasado.

El pensamiento es necesario para sobrevivir y para planificar el futuro, pero para poder sobrevivir, el pensamiento dividió el mundo, en razas, naciones, religiones, y esa división es destructiva.

Por esta razón es necesario comprender la naturaleza del pensamiento, o sea distinguir dónde el pensamiento es necesario y dónde es destructivo.

El pensamiento origina el temor porque no puede hallar seguridad en el futuro, porque el pensamiento opera en el tiempo y el mañana no tiene tiempo, el mañana existe como tiempo sólo en el pensamiento.

Para que el pensamiento no genere temor tiene que permanecer quieto, o sea funcionar solamente donde es necesario para que los seres humanos puedan sobrevivir, pero sin producir divisiones de ningún tipo.

Si el pensamiento se aquieta, no divide y el tiempo, como mañana, no existe; porque cuando la mente está en silencio no existe el futuro, ni el temor ni el tiempo.

El temor al futuro lo hemos creado nosotros con el pensamiento destructivo.

Fuente: “La conciencia fragmentada”; J. Krishnamurti.

10 de agosto de 2012

Los peligros reales de las tormentas solares

El divulgador científico Jose Manuel Nieves, nos explica las consecuencias qué pueden acarrear, la posibilidad de qué una 'eyección de masa coronal' golpee nuestra atmósfera.

Titular de la fuente:
"En un mundo tecnológicamente dependiente, un fuerte «bombazo» proveniente del Sol podría provocar una catástrofe mundial"

Enlace al vídeo:
http://www.abc.es/20120810/ciencia/abci-peligros-reales-tormentas-solares-201208101121.html

5 de agosto de 2012

Maneras de ser

Hay ocasiones en las qué coincido y hablo con personas, a las qué parece qué su conversación se centra sobre ellas mismas, o si lo hacen sobre un tercero, lo hacen para emitir alguna crítica, valoración, juicio...
Sin embargo, dialogo con otras qué más qué hablar, escuchan, ofreciéndome algún qué otro gesto en forma de sonrisa.


No voy a valorar ni una ni otra forma de ser, cada uno somos como somos, es más, cada cúal dependiendo del momento, podemos adoptar una u otra personalidad.

Lo qué si voy a hacer es plasmar mi experiencia:
Con los primeros, no lo voy a negar, entraba en el mismo "juego". Si uno me decía qué había corrido a un ritmo constante, sin descansar, durante cuatro kilómetros... yo lo había hecho durante cinco km. ¡Y haber quién da más!.
Con el tiempo, después de tantas "batallas" caí en la cuenta de qué; no es qué me molestara, si no, qué yo era así... es decir, qué inconscientemente me sentía reflejado en esa personalidad, pero conscientemente me incomodaba, salía de la conversación como bajo de energía... ¡Una paradoja más!.

Con los segundos, lo admito, antes los veía como personas sin gracia, introvertidas y con baja personalidad...
Ahora sé qué me respetaban y no querían o no les apetecía, entrar en el juego del ego.

Para finalizar y coincidiendo con la época estival o de vacaciones para muchos, fijaros en estos a su vuelta:
Unos nos contarán con todo lujo de detalles sus tan merecidas vacaciones, describiendo cada lugar por los qué han pasado.
Otros nos dirán (si es qué lo cuentan) simplemente qué han disfrutado y aprovechado, durante su periodo vacacional.

4 de agosto de 2012

Música alternativa

Esta tarde, paseando por el parque del Retiro me he cruzado con varios artistas, entre ellos, con este grupo qué me ha llamado la atención, sobre todo el peculiar o singular instrumento qué toca el del medio.
(la calidad del vídeo es regular, tirando a mala... lo grabé con el móvil)