La diferencia entre el ser orgulloso y/o soberbio, con el ser humilde, se encuentra en un camino oscuro y a veces angustioso llamado sufrimiento.
Me explico: Cuando por ejemplo, por causa de una pérdida, una decepción, o una enfermedad, transitamos por un estado de sufrimiento, este normalmente hace que se nos baje de golpe el orgullo (que no amor propio) y la soberbia.
Pero no, no siempre es así. En ocasiones nos cuesta "bajarnos" de esos estados eufóricos y pretenciosos que durante tanto tiempo hemos estado alimentando.
En estos tiempos cargados de incertidumbre (dejemos de llamarlos de crisis o estafa), muchos de nosotros hemos pasado por dicho camino oscuro y sombrío, en el que incluso hemos caído en algún que otro agujero o pozo del que veíamos difícil salida.
Creo, siempre desde mi experiencia personal, que precisamente el orgullo y la soberbia instalada, son los que nos impiden salir del sufrimiento.
Mejor sería aprovechar esa ayuda que siempre alguien nos puede brindar... Si, esa mano humana que nos puede sacar de la oscuridad y que no por ello perdemos la dignidad. Al contrario, ese respeto hacia uno mismo aumentará.
Y es que la lección que podemos aprender de pasarlo "mal" o de sufrir, es que nos hace personas más afables y empáticas. Capaces, una vez superado, de prestar ayuda y de dejar atrás al egoísmo vinculado a dichos estados eufóricos.
Para los que no han transitado el sufrimiento; Les deseo que permanezcan así, tal y como son, aunque para ello se protejan con "máscaras" y "armaduras"... Pero que nunca caigan en un sendero tan complicado.
Para los que lo están transitando; Lo dicho, dejaros ayudar, hay que abrirse a los demás porque existen personas que ayudan de corazón. Cuando os encontréis fuera del sufrimiento, vuestra ayuda será muy necesaria y estoy seguro que la prestareis también desde el corazón.
Me explico: Cuando por ejemplo, por causa de una pérdida, una decepción, o una enfermedad, transitamos por un estado de sufrimiento, este normalmente hace que se nos baje de golpe el orgullo (que no amor propio) y la soberbia.
Pero no, no siempre es así. En ocasiones nos cuesta "bajarnos" de esos estados eufóricos y pretenciosos que durante tanto tiempo hemos estado alimentando.
En estos tiempos cargados de incertidumbre (dejemos de llamarlos de crisis o estafa), muchos de nosotros hemos pasado por dicho camino oscuro y sombrío, en el que incluso hemos caído en algún que otro agujero o pozo del que veíamos difícil salida.
Creo, siempre desde mi experiencia personal, que precisamente el orgullo y la soberbia instalada, son los que nos impiden salir del sufrimiento.
Mejor sería aprovechar esa ayuda que siempre alguien nos puede brindar... Si, esa mano humana que nos puede sacar de la oscuridad y que no por ello perdemos la dignidad. Al contrario, ese respeto hacia uno mismo aumentará.
Y es que la lección que podemos aprender de pasarlo "mal" o de sufrir, es que nos hace personas más afables y empáticas. Capaces, una vez superado, de prestar ayuda y de dejar atrás al egoísmo vinculado a dichos estados eufóricos.
Para los que no han transitado el sufrimiento; Les deseo que permanezcan así, tal y como son, aunque para ello se protejan con "máscaras" y "armaduras"... Pero que nunca caigan en un sendero tan complicado.
Para los que lo están transitando; Lo dicho, dejaros ayudar, hay que abrirse a los demás porque existen personas que ayudan de corazón. Cuando os encontréis fuera del sufrimiento, vuestra ayuda será muy necesaria y estoy seguro que la prestareis también desde el corazón.